Felipe, vuelve de Malena Martínez

Malena Martínez hace de su documental un diario de viaje, una búsqueda, un querer entender una realidad que escapa al mundo de la directora, aunque haya sido parte de su vida. Martínez regresa a la hacienda de su familia en el Cusco, para realizar un documental sobre Felipe Valer, peón de la hacienda quien se marchó no hace mucho, luego de 39 años, tras una discusión con el tío de la directora, una situación que no comprende y que, de alguna manera, quiere remediar. Para ello, va junto con a su madre en busca de Felipe para ofrecerle regresar a la hacienda y a que pase en ella la última etapa de su vida. Luego de dudas e incertidumbres, este regresa y, a los pocos meses, muere en dicha hacienda.

Desde el inicio, la voz en off de la directora nos va guiando a un «Perú no oficial», en busca de un personaje «confinado en la naturaleza» y que la memoria de nuestro país «deja desvanecerse», es decir, Felipe Valer, un peón sin tierra, quechua hablante, que es comparado con un perro por el tío de la directora. Es a este personaje al que la directora quiere reivindicar y mostrarlo dentro de toda la complejidad que hay en un mundo tan desigual y jerarquizado.

A lo largo del documental, Martínez nos proporciona información sobre lo que significó la Reforma Agraria en el Perú, la vida en el campo, lo que es un peón y cómo todo ello esta vinculado a Felipe, nos habla de su adicción al alcohol, su visión de la vida y el paternalismo que vive con el tío de la directora. Es un mundo complejo, lleno de contradicciones y realidades que pueden escapar a nuestro entendimiento, a través del cual nos guía la directora.

Este documental es un ejemplo de la convivencia del clásico documental social latinoamericano, que tanto se ha caracterizado con lo autobiográfico. Ya no estamos dándole solo la palabra a Felipe Valer sino que Martínez se incluye en la historia, como un actor partícipe de la misma. La directora lo conoce desde niña y, de manera honesta, nos hace explícito que lo que vemos es «su visión» de las cosas, de la vida de Felipe. Ella termina hablando por él, cuestionando, con una mirada crítica, la realidad que comparten tantos campesinos. Felipe, vuelve no solo se limita a eso, sino que nos muestra la visión de los hijos de quienes eran terratenientes e imponían relaciones de opresión, que ahora regresan y la critican desde adentro, como parte de una realidad aún vigente. Una aproximación contemporánea al clásico documental testimonial latinoamericano.

SINOPSIS

Male regresa a la ex hacienda de su abuela en Perú para filmar a un personaje de su niñez: Felipe Valer, el último trabajador, y evitar que sea olvidado. Pero éste ha sido echado luego de décadas de trabajo por el actual encargado, un tío. Ella tendrá que encontrarlo con ayuda de su madre, quien quiere que vuelva.

Direction, camera, editing, sound: Malena Martinez Cabrera
Genre: Creative Documentary
Running time: 67’
Original Format: DV, Color
Location: Cusco, Peru
Language: Spanish, Quechua
Subtitles: Spanish, English
Festival participations: IX Muestra de Documental Independiente Peruano 2010, Festival de Cine de Lima 2010 ; Festival Lima Independiente 2011, Festival Surrealidades de Colombia 2010 (Oficial selection), Perufest 2012, etc. Broadcasted in TVPeru, 2012

 

 

Saturnino Huillca en el Cine Peruano

Hace un año, Censurados Film Festival [1] realizó una retrospectiva a la presencia de Saturnino Huillca en la cinematografía peruana. Huillca fue un líder campesino de una gran inteligencia e intuición política, su liderazgo moral y espiritual fue clave en la lucha, junto a las comunidades quechuas, por la recuperación de la tierra durante el siglo XX, las cuales concluyeron exitosamente con la Reforma Agraria iniciada en 1969.

Isabel Seguí, curadora de la muestra, bautiza a los tres films proyectados “Saturnino Huillca Superstar”. La importancia de dichas producciones trascienden la esfera local y se enmarcan dentro del Nuevo Cine Latinoamericano, cine que surge en la década de los 60’s pero que dentro de nuestra cinematografía le costo años manifestarse.

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El hito fundacional del llamado Nuevo Cine Latinoamericano se da en 1967, en el I Festival y Encuentro de Realizadores Latinoamericanos, en la ciudad de Viña del Mar. En dicho encuentro se reúne una nueva generación de cineastas de la región que por primera vez podrán debatir, más allá del ámbito local, sobre las funciones y estrategias del cine en América Latina[2].

Este cine social, político, de denuncia, se gestó en la década de los sesenta en casi todos los países de América latina, siendo el Perú una excepción. Mientras en 1968 se consolidaba este nuevo cine latinoamericano dentro del Festival de Mérida y se premiaba de forma significativa a Jorge Sanjinés, Santiago Álvarez y Fernando Solanas, el Perú era representado por Martin Chambi y la Escuela del Cusco, en donde sus trabajos fueron muy comentados por su propuesta indigenista, alejada de la coyuntura social que se vivía en todo el continente:

“El cine de Chambi ha ido evolucionando progresivamente, depurándose de ciertos tintes folkloristas, sin que podamos decir que este proceso ha culminado todavía. Por eso es que de cara al futuro, pensamos que la experiencia de Mérida será de gran valor, no solo en los próximos films de Chambi, sino en buena parte del cine por hacerse en el Perú”[3].

Tuvieron que pasar muchos años para que el cine peruano comenzará a denunciar los conflictos sociales que se vivían en los andes los años previos a la reforma agraria. Esto fue posible, en gran medida, debido a la concordancia ideológica con el gobierno del Gral. Velasco Alvarado, en donde la promulgación de la nueva ley de cine 19327 y la formación de la institución SINAMOS (Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social) fueron claves para su gestación.

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Captura «Runan Caycu»

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Jose Antonio Portugal

Guionista y director. Integrante de la generación de cineastas que apareció a finales de los años setenta, en plena vigencia de la ley 19327. Es considerado uno de los principales documentalistas de su generación. Entre sus obras sobresalen “Hombres de viento (1984)”, “Crónica de dos mundos (1979)”, “Las venas de la tierra (1992)”, “Hijos del orden (1995)”, entre otros títulos.

Además de su larga trayectoria como realizador, Portugal se ha dedicado a la docencia desde la década de los años noventa y hasta la fecha ha dirigido y dictado cursos y talleres en distintas instituciones de Lima, Cuzco y Arequipa.(1)

Sobre su obra Emilio Bustamante dice(2):

El relativo desconocimiento, en la actualidad, de la obra de José Antonio Portugal, como de la de los otros importantes documentalistas peruanos surgidos bajo la ley 19327 (como Nora de Izcue, Gianfranco Annichini, Jorge Suárez y Jorge Vignati) se debería a que sus películas están en parte perdidas y en parte dispersas en copias de mala calidad o que urge restaurar; a la ausencia de una cinemateca donde se reparen y conserven las películas nacionales; y a la marginalidad a la que han sido condenados cortometrajes y películas de no-ficción durante décadas. El canon cinematográfico, como sabemos, acoge a muy pocas películas de cortometraje y no-ficción; excluyendo, de esta manera, a muchas de las propuestas más audaces y creativas que se han hecho a lo largo de décadas en el mundo.

El año pasado estuvimos junto a Emilio Bustamante en la presentación del proyecto de rescata del archivo cinematográfico de su obra, a cargo de Corriente y Edward De Ybarra. Proyecto valiosísimo que permite visionar algo de la historia del documental hecho en el Perú, que pareciera no existir.

Que lujo poder contar con estas iniciativas y plataformas como youtube que nos permiten poder apreciar su cine.

Les comparto un texto de Emilio Bustamante sobre su obra

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(1) http://corrientenoficcion.com/speaker/jose-antonio-portugal/

(2) http://filmovisor.org/?page_id=43