b) Jorge Suaréz
Cuando trabajaba en la videoteca de comunicaciones de la PUCP, allá por 1999, me encargaron revisar las cintas que dejó el CETUC sin catalogar. Entre los diversos videocasettes había cintas de ¾ (sistema U-MATIC), cuyo reproductor había que estar limpiando constantemente con alcohol debido a la suciedad de las cintas. Bueno, entre estas cintas sin catalogar y teniéndolo que ver a cuatro tiempos (luego de 2 minutos se ensuciaba el reproductor y habia que pasar el algodón de nuevo) fue que descubrí a Jorge Suaréz.
Como miembro de la primera generación de cortometrajistas de la ley de cine[1], Bedoya comenta: “Jorge Suárez fue el cortometrajista más importante del periodo. Cultivó texturas, líneas, colores, bordes, formas, mostrando una sensibilidad atenta a las cualidades formales de los ambientes naturales registrados en su propuesta de documental ecológico. (…) combinando en cada uno de sus cortos el carácter informativo y las cualidades plásticas de sus encuadres”[2].
Jorge Suárez fue alumno de Armando Robles Godoy, al igual que Nora de Izcue y comenzó trabajando con él. Para cuando sale la ley, monta una empresa cinematografica y mientras la mayoría opta por enfocarse en temas históricos o sociales, él vea en la ecología un gran campo de trabajo. Suaréz nos dice “La mayor parte de las películas que he hecho han sido producto del asombro. He tenido la suerte y la facilidad de contar con la asesoría de especialistas, que son profesionales capaces de proporcionar una gran información acerca del tema sobre el que vas a trabajar. (…) Cuando filmo lo hago pensando en ese sentido, el de poder acercarme a realidades a las cuales las otras personas no tienen acceso, es un privilegio fantástico.”[3] Continua diciendo ”Una de las motivaciones que tuve cuando comenzó la Ley de Cine fue que el cortometraje documental pudiese ayudar al conocimiento masivo de cómo es nuestro país, y dentro de eso escogí la naturaleza” [4]. Es por ello que dentro de sus 26 cortometrajes realizados durante la ley, encontramos títulos como: “En la orilla” (1976), “Plankton” (1977), “Las lomas” (1978), “Flora de Machu Picchu” (1980), “La piel de la tierra”, “Plantas altoandinas” y “Embriones marinos” (1986), “Bosques de Amotape” (1987), entre otros.
Este interés por la naturaleza forma parte de una larga tradición del documental como vehiculo de divulgación científica, en donde desde los orígenes del cine uno de sus primeros intereses fue la naturaleza y la vida animal. Siendo Muybridge o Marey, en su búsqueda del registro del movimiento en caballos y aves, los primeros en abordar dicha temática. Alfred Haddon, Oliver Pike, Los Hrnos Kearton, Julian Huxley, Humphrey Hewer, Paul Rotha, Klaus Kreimeier y Alfred Machin fueron los primeros en producir documentales ecológicos, sobre la fauna y flora[5]. Dentro de ellos, la figura más relevante es Jean Painleve, el cual filmó más de doscientos cortometrajes entre 1928 y 1982. Aquí algunos ejemplos: Octopus y L´Hippocampe
Me hubiera gustado linkear la obra de Suárez pero lamentablemente no existe on-line, pero creo que ver a Painleve nos da una idea de lo que es el trabajo poético cuando trasciende lo meramente informativo. Y es que el trabajo de Suárez también cuenta con una exquisita fotografía y un gran trabajo del sonido, tanto de los efectos, la música (que trabajo primero con Enrique Pinilla y luego con su hijo) como de la poética voz en off, “Embriones marinos” o “En la orilla” es un claro ejemplo de ello. En relación a esta ultima Ricardo Bedoya nos dice: “Una poética de la manera semicreada, del abigarramiento y el desorden de las acumulaciones de la vida marina, imprimían a la cinta una doble virtualidad. La del realismo escrupuloso de la observación microscópica y la de la dimensión fantástica”.[6]
La otra vertiente de Suárez son sus documentales antropológicos, como los denomina Carbone, los cuales, primordialmente expositivos, nos llevan a conocer otro Perú, realidades y tradiciones que muchos desconocemos, con un interés particular por los cambios sociales y ecológicos que dichas zonas viven. Por ejemplo la adaptación en la vida moderna de los Lamas[7], pueblo ubicado en la selva alta peruana (“Lamas, Tradición y Cambio” [1982]), los cambios generados por los colonos en la selva de Satipo y la inminente incursión de grupos terroristas (“Ashaninkas de Cutivireni” [1985]), la agricultura en el altiplano puneño y la solución que los “Waru Waru” son para lo problemas climáticos o la realidad actual de la artesanía piurana (“Tierra de Alfareros” [1983] y “Ceramistas del Alto Piura” [1984])
Al derogarse la ley Suárez tuvo que adaptarse a las nuevas reglas del juego. Dejo de hacer las películas que el quería y como quería, a trabajar en el mercado, con clientes, de acuerdo a lo requerimientos de estos. Al respecto dice “No, ahora es puro encargo. Estamos supeditados a que nos llamen. Es una sensación extraña (…) aunque felizmente he tenido suerte, porque nunca me han exigido nada que no estuviese dispuesto a hacer. Afortunadamente, no he tenido que pelear con el cliente y decirle esto no.”[8] Además tuvo que adaptarse al trabajo en video, ya que dejó de filmar con su Bolex de toda la vida, en relación a esa transición comenta: “(…) como toda mi vida he trabajado con una Bolex de 16 mm, que funciona a cuerda y que hace mucho ruido, que se tiene que grabar la banda sonora después y que solo te permite filmar cuando no hay entrevistas, ni testimonios, no conversaciones con la gente, pues pasar al video, por el contrario, me ha parecido una amplitud técnica mayor”[9].
En relación al trabajo en video, Jorge Suárez acaba la entrevista dada a Carbone en el año 1993 diciendo: “Lo único que me atrevería a decir es que no tengan anticuerpos con el video. Que si quieren hacer cine lo hagan a través del video. Pero no piensen que se están acercando a un medio de menor rango. Tengan en cuenta que el arte no es ajeno al video ni el video es ajeno al arte”[10]. Es increíble como han pasado los años y aún hay personas del medio que no se dan cuenta de ello.
Nelson García Miranda, dice de la obra de Suárez: “Acaso por la complejidad de la vida moderna, las dificultades de convivir en una metrópoli como Lima, o de residir en los laberintos de una sociedad como la peruana de estos tiempos, todos tenemos la mirada enturbiada y rígida, pero cuando vemos sus películas sentimos la disolución de la turbidez, recuperamos la calidez de la mirada. Es decir, su obra cumple uno de los requisitos fundamentales de la realización artística, cual es, la humanización del hombre y la humanización de la sociedad.”[11]
En el 2006 DOCUPERU, dentro de la V Muestra Documental, proyectó 7 de sus documentales, los cuales fueron restaurados por La Filmoteca de Lima dentro de Proyecto Restauración y en colaboración con la Cinemateca Brasileña. Al año siguiente El Cine del CCPUCP le rindió un homenaje, Mayra Castillo hace una nota al respecto.
El DVD editado por la Filmoteca se encuentra en la videoteca de DOCUPERU.
[1] Los criticos cinematográficos dividen en tres generaciones a los realizadores que produjeron durante aquellos años. La primera de los años setenta, la segunda de los ochenta y la tercera finales de los ochenta, principios de los noventa.
[2] BEDOYA, Ricardo. El cine sonoro en el Perú. 2009: 167
[3] CARBONE, Giancarlo. El cine en el Peru. El cortometraje: 1972-1992, 2007: 84-5
[4] CARBONE, Giancarlo. El cine en el Peru. El cortometraje: 1972-1992, 2007: 85
[5] BLOGS & DOCS. Articulo sobre la obra de Jean Painleve. http://www.blogsandocs.com/?p=423&pp=2
[6] BEDOYA, Ricardo 100 años de cine en el Perú: Una historia critica, 1995: 194
[7] Se dice que los Lamas son descendientes de los Chancas, pueblo guerrero que al ser derrotado por los Incas, durante su expansión, huyeron a la selva.
[8] CARBONE, Giancarlo. El cine en el Peru. El cortometraje: 1972-1992, 2007: 90
[9] CARBONE, Giancarlo. El cine en el Peru. El cortometraje: 1972-1992, 2007: 89
[10] CARBONE, Giancarlo. El cine en el Peru. El cortometraje: 1972-1992, 2007: 94
[11] GARCIA MIRANDA, Nelson. http://www.bienalcinevideo.com/Paginas/Homenaje.html